jueves, 21 de abril de 2011

Sin rumbo :) capítulo7


Todo era perfecto, tan maravilloso, supongo que era demasiado perfecto para ser real por eso cuando vi su llamada, mi corazón no pudo más.
Rosa una de mis amigas de inmediato se percató de la situación y me arrebató el móvil y respondió diciendo:
-A ver niñato y ahora ¿qué quieres? No le has hecho ya suficiente daño…
Pero de repente la cara de Rosa cambió de expresión se volvió pálida  y sus ojos se clavaron en mi de tal modo que sentí como se me desgarraba el corazón.
-Rosa ¿qué pasa? ¿qué te ha dicho?
-Cris, no era Peter, era un policía…
-Un policía, no entiendo nada.
-Peter venía en el avión para málaga, pero el avión se ha estrellado y está en el hospital luchando por su vida, los policías encontraron una carta para ti y de inmediato buscaron tu número en su móvil, lo siento preciosa…
Me quedé mirando al suelo atónita, aún estaba asimilando todo lo que había ocurrido con él y ahora debía enfrentarme al hecho de que pudiese morir.
Salí corriendo como pude, y se me iba cayendo todo a cada paso, los tacones, la rebeca, las pulseras… pero no mire en ningún momento atrás.
 Sentía miedo ante lo que ocurría y ante lo que pudiese venir, por lo que  algún rincón de mi ser pensó que huir de mis problemas haría que desaparecieran, pero eso nunca es así.
Cada paso iba acompañado de una lágrima, sentía como se me desgarraba el pecho. Empezó acostarme respirar, pero al menos mientras corría no pensaba en nada.
 Mi cuerpo no podía mas así que caí rendida al suelo, en miad de la nada, sin saber donde estaba y con el corazón destrozado, no sabía que hacer.
Cerré los ojos pero por mi mente tan solo aparecían imágenes suyas y eso me hacia llorar más amargamente.
Pero una voz conocida interrumpió aquella situación.
-Cris por fin, llevo horas buscándote,¿estas bien? ¿ quieres qué hablemos?
-Gracias Carlos pero ahora lo único que necesito es desaogarme.
No abrió la boca, pero se acercó lentamente y me abrazó con mucha fuerza y ternura y sentí por unos instantes que entre sus brazos nada ni nadie podría volver a hacerme daño jamás.
-Gracias.
Se me escapó junto a una pequeña lágrima.
 Él tan solo me la secó, me besó en la frente y luego dulcemente en los labios y me dijo:
-Recuerda que nunca volverás a estar sola, que no hace falta que hullas del dolor, podemos superarlo juntos.
Ahora más que nunca me sentía protegida, a su lado parecía que el dolor desaparecía, el problema sería enfrentarme a la realidad.
Carlos se ofreció voluntario para llevarme al hospital par ver a Peter, sabía lo importante que era para mi así que de inmediato nos pusimos en camino.
No tardamos demasiado en media hora llegamos allí.
Me acerqué a la recepción par buscar su habitación, pero el miedo volvió a aparecer cuando me dijeron que ese paciente ya no estaba en el hospital…

miércoles, 6 de abril de 2011

Sin rumbo :) Capítulo 6

Nuestros los labios se juntaron dulcemente y no se separaron hasta pasado un buen rato fue un beso dulce e intenso a la par que salvaje y divertido, simplemente fue maravilloso.
Estuvimos tumbado charlando y comiendo casi dos horas, hasta que me dijo :
-¿Quieres el resto de las sorpresas?
-Por supuesto.
Le dije con una gran sonrisa.
-Pues ahora te toca buscar, hay doce  pistas cada una con su sorpresa y que te conducirán a la siguiente cuando las tengas todas ven a por mi, a por cierto la primera pista soy yo así que bésame si quieres tu sorpresa.
Le besé dulcemente y él me sacó una cestita con un ramito de flores y me dijo :
-Bueno aquí tienes la primera pista y la cestita para que puedas echar las cosas , la siguiente pista  está en la casa así que ve a buscarla..
Di miles de vueltas por aquel hermoso bosque y encontré los otros once paquetes, y me dirigí hacia él.
-Muy bien ya los tienes todos, bueno pues vamos a abrirlos.
El primero era un colgante de plata con un corazón súper mono, el segundo los pendientes compañeros y el tercero el anillo.
El cuarto era un malentín impresionante de maquillaje, el quinto una pulsera de perlitas súper mona, el sexto una rebequita cortita muy mona en tonos azules.
El sétimo una caja de bombones, el octavo un reloj celeste que me encantaba y los tres últimos fueron los mejores.
Primero unos taconazos negros de vértigo y después un vestido azul que parecía sacado de cuento y por último una carta que decía.
“Hola preciosa quince años ya que vieja, eres la más vieja del grupo, supongo que por eso te queremos tanto.
Sabemos que llevas unos días difíciles y que no estabas como para celebrar una fiesta, pero no estábamos dispuestos a que te perdieras tu cumple así que si te ha gustado lo que llevas hasta hora espera que den las diez.
PD: Tienes que llevar, todas las sorpresas puestas y un acompañante del brazo.”
Cuando terminé de leer, empecé a reírme como una tonta, como era posible que tuviera a personas tan maravillosas a mi lado.
-Bueno son las siete y media deberías empezar a arreglarte si quieres que lleguemos a tiempo. En la casita tienes todo lo que necesitas.
Me empecé arreglar estaba súper emocionada y cuando vi a Carlos vestido de traje, me quedé impresionada.
-Bueno vámonos que nos queda un rato de viaje.
Nos montamos en la moto y tras una hora y pico de carretera llegamos a un hotel enorme.
Empecé a escuchar la música y de repente vi a todas mis amigas y corrí a abrazarlas, casi me mato con los tacones.
Pero entonces sonó mi móvil, estaba apunto de contestar cuando vi Peter. Ahora que hago se lo cojo?